El Centro Las Libres de Información en Salud Sexual Región Centro AC, a través de las instancias gubernamentales y por medio de la Ley de Acceso a la Información Pública para el Estado y los Municipios de Guanajuato; de entrevistas directas con funcionarios públicos y con prestadores de servicios de salud y de justicia; así como los testimonios de las mismas mujeres afectadas, hemos podido ir construyendo la investigación de un fenómeno que parecía imposible comprobar; el encarcelamiento de las mujeres por ejercer su derecho a decidir. Conforme vamos conociendo las historias de estas mujeres, vamos encontrando cómo un sistema de procuración y administración de justicia se ha ensañado con ellas. Estas mujeres tienen características comunes, tales como:
Mujeres pobres, mujeres con escaso acceso a la educación formal, mujeres con escasos recursos económicos y herramientas de vida para la defensa de sus derechos básicos, mujeres con familias tradicionales en donde persiste un temor al ejercicio pleno de la sexualidad, así como una deficiente comunicación entre hijas y padres y madres. Escaso conocimiento sobre el funcionamiento de su cuerpo, su reproducción, su ciclo menstrual, su derecho a ejercer una sexualidad libre y placentera, falta de acceso a métodos anticonceptivos, falta de herramientas para la negociación en la relaciones de pareja. Hombres que no se responsabilizaron de su reproducción, (parejas sexuales que no se responsabilizaron del uso de métodos anticonceptivos para prevenir una ITS, un embarazo no deseado y mucho menos pensar en el ejercicio de la paternidad). Familias donde existe un temor fundado a quedar embarazada, mujeres que se la juegan solas a continuar o interrumpir un embarazo en soledad, desolación, tristeza, abandono y sobre todo, miedo. Mujeres que ponen en riesgo su vida y su libertad al practicarse un aborto en condiciones de clandestinidad.
Del 2000 a 2009, hemos ido constatando elementos, que nos van mostrando a niñas, adolescentes, mujeres, mujeres con alguna discapacidad mental, que son víctimas de violación donde el “agresor” abusó de la confianza, abusó de su poder, de sus recursos económicos para someter, engañar, dañar y violar a estas mujeres. Y lejos de encontrar en quienes administran y procuran la justicia, el reconocimiento y la consideración de estos elementos en la vida de las propias mujeres para valorar las razones sociales, jurídicas, médicas y “actuar”, encontraron desprecio, saña, misoginia y machismo a la hora de aplicar “la ley” y en estas mujeres encontraron a las idóneas para “ejecutar castigos ejemplares” como mensaje para el resto de las mujeres que pudieran considerar ejercer su derecho a Elegir, el derecho a decidir su reproducción, la maternidad y a practicar libre y plenamente su sexualidad, tal y como consagra el derecho constitucional establecido en el Art. 4. “El varón y la mujer son iguales ante la ley. Esta protegerá la organización y el desarrollo de la familia. Toda persona tiene derecho a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y el espaciamiento de sus hijos”.
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